La postura del Doctor Peralta, da punto de vista más crítico ante el uso del consentimiento
informado, sin dejar de destacar lo necesario que es para la práctica médica.
Hace énfasis en lo engorroso que puede tornar al acto clínico
el tener que firmar 5 o 6 consentimientos hasta para mover al paciente de
servicio, ¿Dónde se traza la línea en que el consentimiento pasa de ser una
herramienta útil y pasa a ser una traba burocrática?, ¿Existirá algún contexto
que haga “ético” el bypass del consentimiento?
Otro punto a considerar, es la naturaleza intrínsecamente negativa que tiene el consentimiento informado, es decir, se da un gran énfasis en los aspectos dañinos y perjudiciales que podrían suceder con un determinado procedimiento, y al no resaltar los aspectos positivos y los beneficios de la aprobación del consentimiento suele darse que los pacientes rechacen tratamientos.
Nosotros como grupo invitamos a la reflexión sobre este tema, ya que, cuenta con muchas aristas y al tratarse de temas tan humanos y complejos es difícil crear un criterio único y universal.
Otro punto a considerar, es la naturaleza intrínsecamente negativa que tiene el consentimiento informado, es decir, se da un gran énfasis en los aspectos dañinos y perjudiciales que podrían suceder con un determinado procedimiento, y al no resaltar los aspectos positivos y los beneficios de la aprobación del consentimiento suele darse que los pacientes rechacen tratamientos.
Nosotros como grupo invitamos a la reflexión sobre este tema, ya que, cuenta con muchas aristas y al tratarse de temas tan humanos y complejos es difícil crear un criterio único y universal.

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